Testículo no descendido. Conoce su reparación
El testículo no descendido o criptorquidia, representa la ausencia de descenso de uno o los dos testículos al interior del escroto. El testículo no descendido es frecuente entre los niños prematuros y ocurre aproximadamente en 1 de cada 125 niños. Normalmente, entre el séptimo y el noveno mes de desarrollo fetal, el testículo desciende desde el abdomen hasta su posición normal en el interior del escroto. Si el testículo no desciende, no funcionará con normalidad. La intervención quirúrgica aún no garantiza un desarrollo y una función normales, pero es el único tratamiento que ofrece las máximas posibilidades.
Se denomina testículo retráctil o “en ascensor” al que desaparece del escroto en reacción a la palpación, al frío o al miedo. En estos casos no se trata de una criptorquidia y los padres deben estar tranquilos al respecto, puesto que aunque el testículo desaparezca periódicamente del escroto, esto es normal y no requiere otro tratamiento que la observación.
Cuándo operar:
Un testículo no descendido al nacimiento, en ocasiones desciende al escroto de forma espontánea durante el primer año de vida, de manera que los cirujanos y los padres deben esperar al menos un año antes de plantearse la cirugía. Si el testículo no ha descendido en este momento, es improbable que descienda por sí mismo. La cirugía debe realizarse antes de los 2 años de edad porque esperar más puede afectar a la función testicular del niño. Existe un mayor riesgo de problemas de fertilidad y de cáncer testicular entre estos niños en comparación con la población general.