Verrugas genitales (condilomas acuminados o papilomas)
Cada año se diagnostican más de 56.400 nuevos casos de pacientes con verrugas genitales (condilomas o papilomas), en la mayoría de los casos por los serotipos 6 y 11 de VPH. Se trata de la infección viral más frecuente de entre todas las de transmisión sexual.
Sólo el 5-10% de los casos son producidos por los serotipos 16 y 18, considerados de riesgo para sufrir cáncer.
La mayoría de las verrugas genitales aparecen en adultos jóvenes, con un pico de incidencia entre los 16 y los 25 años, debido al inicio cada vez más precoz de las relaciones sexuales.
Los condilomas se manifiestan como una o varias lesiones sobreelevadas de tipo “coliflor” en el área genital. Se diagnostican fácilmente con la mera inspección visual. No producen dolor ni suponen una seria amenaza para la salud, pero son desagradables a la vista y producen bastante estrés psicológico a quien las padece.
Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer por completo con el tiempo, permanecer igual, o crecer en tamaño y número.
Para tratarlas debe utilizarse una solución o pomada específica para el VPH, o bien quemarlas o extirparlas. No deben usarse otro tipo de cremas para verrugas comunes en otras localizaciones.
Si tienes verrugas genitales, se recomienda evitar la actividad sexual, incluyendo relaciones anales u orales, hasta que hayan desaparecido con el tratamiento. Esto ayudará a evitar el contagio, aunque este ya se ha podido producir antes de la aparición de los condilomas, e incluso es posible después de su eliminación al quedar el virus latente.
¿Pueden reaparecer los condilomas después del tratamiento?
En algunas personas solo hay un episodio en la vida de verrugas genitales. En otras pueden reaparecer semanas, meses o años después. Ante un nuevo episodio de brote de condilomas, es imposible saber si se trata de una reactivación del mismo virus, o si se trata de una nueva infección por VPH.
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